No habíamos comido y las tripas se tenían que contentar con las barritas energéticas y con las ampollas de glucosa. aun nos quedaba un buen tramo para Mondoñedo, las cuestas se hacían puertos y apenas notabamos las cuestas abajo el pedalear era ya mecánico, teníamos ganas de llegar el cansancio hacia su presencia llevavamos ya el centenar de kilometros y a buena marcha.
Mondoñedo, y encima en cuesta, a la entrada llamamos a los gallegos para que nos indicaran el albergue, nos esperaron en una calle y nos acompañaron.Unas risas y una pequeña charla y nos fuimos a duchar ellos nos esperarian por la plaza , ya que estaban en fiestas medievales.
Ellos tuvieron la suerte de darle cuerda al reloj de la catedral y tocar las campanas , ya que un familiar de Carlos era el encargado de ello. (nosotros no llegamos a tiempo )
Agradecemos a sus familiares la hospitalidad que tuvieron con nosotros, les estamos agradecidos, y a Carlos por esa cena que nos brindo
iiiQUE CUMPLAS MUNCHOS MAS!!!
Esa tarde-noche lo pasamos genial.El albergue estaba nuevo y en buenas condiciones dormimos a pata suelta ya fueron por los chupitos o por las jarras de cerveza, ( jajaja).
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