Colunga -Aviles

Por la mañana nos levantamos casi a la vez, nos preparamos y emprendimos el viaje aquel día junto a los gallegos.La mañana era húmeda y presagiábamos lluvia.

l

Esa mañana encontramos a un vasco que llevaba a rueda un cántabro el cual apenas podía seguir el ritmo del vasco, nos adelantaron mientras tomábamos unas fotos, en unas bajadas volvimos a enlazar con ellos , el vasco dijo que tenia pensado terminar aquel sábado siguiente, lo cual nos causo risa.Vimos que era un poco fanfarrón.Los gallegos en las bajadas se quedaron un poco rezagados y mi Dulcinea y yo tiramos mas rápido, seguidos a rueda del vasco y el cántabro, llegamos a Villaviciosa y ellos dijeron que seguían dirección a Gijon, que no bajaban a Oviedo para luego subir,en el ayuntamiento paramos a sellar



Nos despedimos y esperamos a los gallegos,los cuales no venían , decidimos seguir solos hasta el monasterio de Valdedios ya que sabíamos que ellos también irían.

Un continuo subir y al final una bajadita hasta el monasterio de Valdedios
Bonito lugar con ese encanto monacal.Sellamos y conversamos con un monje,Los gallegos llegaron al rato, un vistacillo unas fotos y partimos.


Nos las prometíamos contentos , pero vaya cuestecilla tuvimos que subir,toco empujar otro ratito a las monturas, el sudor salia por cada poro de nuestra piel, (vaya con el monasterio). suerte que al final de la cuesta tuvimos la suerte de almorzar en un bar.(Debe de estar allí adrede)


Terminamos de almorzar y seguimos camino, esa mañana no vimos ningun peregrino hasta Pola de Siero, donde tuvimos un pinchacito
Mi tocayo fue el agraciado, después de lavarse y Carlos jugar en los columpios y saltar las vallas, seguimos

Poco nos duro la caminata a los pocos metros Carlos..
Ya empezaba a llover y el camino se hacía penoso llegamos a Oviedo lloviendo a buen paso

Visitamos la catedral y nos hicimos las fotos con la regenta

Desde allí y lloviendo bien, continuamos hasta Avilés, todo el tramo por carretera, llegamos a Avilés, completamente empapados ,Fuimos escoltados por la policía a quienes les preguntamos donde se encontraba el albergue y muy amablemente nos lo indicaron con el coche patrulla.
Cuando llegamos un señor nos pidió el dinero (3 Euros9 por el alojamiento , pagamos y buscamos una cama el la habitación, 40 metros cuadrados y 70 personas, Ausvich, .Todos andaban apelotonados ropas y mochilas camas y gente, el cristal roto de la ventana, el suelo empapado y para postre cuando vamos a las duchas nos dice que no hay agua caliente. Vergüenza esto es una vergüenza, siglo XXI y que pase esto ¿donde va a parar ese dinero? a los bolsillos de aquel hombrecillo, por que la verdad es que llevaba buen fardo de billetes.Que menos que una fregona y un cubo.
Les pedimos a los gallegos nos vigilaran las bicis y fuimos a la oficina de turismo, donde las tres muchachas que se encontraban allí nos atendieron de maravilla, proporcionándonos un hotel baratisimo y en buenas condiciones (sabanas limpias , agua caliente y una televisión) . Volvimos al albergue a por las bicis y le dijimos a los gallegos si se venían, diciendo que no , que ellos ya se habían duchado con el agua fría,nos despedimos y nos dirigimos al Hotel.
Después de una ducha caliente y ropa seca,fuimos al hospital ,mi Dulcinea llevaba la garganta estropeada, felicitar a la doctora que nos atendió,por su trato.
Luego toco una buena cena y un paseo por Avilés nocturno.